Estación Catedral-Papa Francisco: la Ciudad quiere cambiar el nombre de la cabecera del subte D en homenaje a Bergoglio

A 24 horas del fallecimiento del Sumo Pontífice, desde el Gobierno porteño proponen que la estación cabecera del subte D pase a llamarse «Catedral-Papa Francisco», como un homenaje por parte de la Ciudad de Buenos Aires al exarzobispo de Buenos Aires.

«Envié un proyecto a la Legislatura para que la estación Catedral de la línea D pase a llamarse ‘Catedral – Papa Francisco’. Es un homenaje al primer Papa argentino, pero también al vecino porteño que, pasando casi inadvertido, caminó entre nosotros con humildad», subrayó el jefe de Gobierno, Jorge Macri, en su cuenta de X.

En ese marco, el alcalde de la Ciudad indicó que «Francisco fue ese ciudadano que viajaba en subte hacia la Catedral y el Arzobispado», además de recordar que «en los andenes bendecía, saludaba, escuchaba a quien se le acercaba buscando consuelo o ayuda».

ESTACIÓN CATEDRAL – PAPA FRANCISCO

Envié un proyecto a la Legislatura para que la estación Catedral de la línea D pase a llamarse “Catedral – Papa Francisco”.

Es un homenaje al primer Papa argentino, pero también al vecino porteño que, pasando casi inadvertido, caminó entre… pic.twitter.com/c5KPOR6vGu

— Jorge Macri (@jorgemacri) April 22, 2025

«Su cercanía de padre y pastor, su forma de ‘sentirse uno más’, quedó grabada en la memoria de muchos. Desde esos gestos simples, llegó a ser un líder mundial, siempre defensor del diálogo, la paz y el encuentro«, enfatizó Macri.

Si bien el proyecto busca reemplazar el nombre de la estación cabecera de la Línea D, durante su época como Arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio utilizaba la Línea A del subte. De hecho, hay una recordada foto suya sentado en uno de los asientos de uno de los tradicionales vagones de madera de la línea que recorre avenida Rivadavia.

Jorge Bergoglio en un viejo vagón de la Línea A del subte. Foto: AP

En el proyecto que envío a la Legislatura, el alcalde de la Ciudad argumentó: «El presente proyecto tiene sólidos fundamentos afectivos e históricos, basados en el vínculo que Jorge Mario Bergoglio tuvo con todos los porteños en su carácter de Arzobispo de Buenos Aires».

«Su nombre quedará para siempre en la historia de las grandes personalidades argentinas«, enfatizó Macri en los fundamentos, quien recordó que «su cercanía y sencillez se demostraba en el continuo uso del transporte público de nuestra querida Ciudad, y en particular del servicio de subte, que utilizaba para llegar a la Catedral Metropolitana y a la sede episcospal».

Al argumentar su decisión, Macri concluyó: «Renombrar la estación es un gesto simbólico con las generaciones futuras, para que cada vez que pasen por allí recuerden que, alguna vez, entre ellos, viajaba alguien que inspiraría al mundo entero».

Finalmente, el jefe de Gobierno pidió que «se exceptúe, dada la importancia de la obra de Francisco, de la disposición que obliga a esperar diez años hasta que una calle o lugar público lleve el nombre de alguien fallecido (artículo 5° de la Ley 83)».

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