Desarrollan una nueva forma de vacunarse sin agujas: con hilo dental

Vacunarse sin pinchazos ni visitas al centro médico podría ser una realidad en los próximos años. Investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte (EE.UU.) desarrollaron un novedoso sistema que utiliza hilo dental recubierto con vacunas para generar una respuesta inmunológica efectiva, especialmente contra virus como el de la gripe o el COVID-19.

La técnica fue probada en ratones y demostró una mayor producción de anticuerpos en las superficies mucosas, como nariz y pulmones, en comparación con otros métodos orales. El secreto está en la llamada “unión epitelial”, una delgada capa de tejido entre dientes y encías que resulta ser altamente permeable: “La idea surgió al leer que la unión epitelial era ‘altamente permeable’”, explicó Harvinder Singh Gill, profesor de nanomedicina y autor del estudio, en diálogo con Newsweek. “Fue un momento ‘aha’ que nos llevó a probar este nuevo enfoque”.

El equipo colocó una vacuna antigripal en hilo dental sin cera y lo utilizó para limpiar la zona interdental de los animales. El resultado indicó que la respuesta inmune fue incluso superior a la obtenida con las vacunas aplicadas debajo de la lengua, hasta ahora el “estándar de oro” para la administración oral.

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Además, el método funcionó con vacunas basadas en proteínas, virus inactivados y ARNm, lo que abre la puerta a su uso para prevenir enfermedades como hepatitis, tétanos y COVID-19.

Una alternativa accesible y sin dolor

Uno de los aspectos más prometedores del invento es su potencial para facilitar la vacunación domiciliaria, sin necesidad de profesionales de la salud. Para comprobar su viabilidad en humanos, los investigadores diseñaron un palillo con hilo dental recubierto de tinte fluorescente y lo probaron con 27 voluntarios. El 60% del tinte se depositó en la encía, lo que indica que el método sería técnicamente posible. “El hilo puede autoadministrarse, no causa dolor y podría tener una mejor aceptación que las inyecciones”, señaló Gill.

También destacaron que, al tratarse de un recubrimiento sólido, el hilo podría almacenarse sin refrigeración, reduciendo costos logísticos. Esto representa una ventaja clave en regiones con dificultades de acceso o limitaciones en la cadena de frío.

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Aún falta para su aplicación clínica

Si bien los primeros resultados son alentadores, el método aún requiere más pruebas, especialmente en animales más grandes como cerdos, y ajustes en el diseño del dispositivo para garantizar su facilidad de uso. También surgen interrogantes sobre su efectividad en personas con enfermedades periodontales o en niños pequeños que aún no tienen dientes, lo cual limitaría su aplicación universal.

Por ahora, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomienda una dosis actualizada contra el COVID-19 para adultos y niños a partir de los seis meses. Sin embargo, una encuesta del Pew Research Center reveló que seis de cada diez estadounidenses no planean recibir la vacuna actualizada 2024–2025, principalmente por temor a los efectos secundarios o por considerar que no la necesitan.

En ese contexto, soluciones alternativas como esta podrían ayudar a revertir el rechazo a las vacunas y aumentar las tasas de inmunización. “Nuestra visión a largo plazo es que esto se convierta en un kit para usar en casa, en el consultorio odontológico o en farmacias”, concluyó Gill.

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