El día de la marmota

31/07/2025 00:06hs.

Es sabido que en Boca hay un problema estructural, de base y de arrastre, que vuelve muy complejo encontrar una solución en la mitad del río, con el estado de cosas ya dado y gran parte del pescado vendido. Es en ese marco que se analizan los movimientos que se hicieron en las últimas horas, y es también por los antecedentes recientes que resulta difícil pronosticar su eventual eficacia.

Del péndulo entre percibir que a Román Riquelme por fin le ha entrado una bala y baja una de sus banderas (el Consejo de Fútbol que había creado) o percibir que, en cambio, encontró otro fusible pero todo seguirá igual, se ocupa en su certera columna Pablo Ramón.

Mientras tanto, lo que Boca podría tal vez intentar es, en medio de este despelote, evitar tirarse más tiros en los pies por meras cuestiones de forma y comunicación. De comunicación hacia afuera no hablamos: ya se sabe que el presidente dice poco y nada en medio de las crisis y elige hacerlo donde crea que no lo van a molestar con las preguntas.

Pero en la comunicación interna, quién sabe cuántos de los líos que hubo no podrían haberse evitado, o cuando menos atenuado, si hubiese existido un modo más civilizado y claro de que las personas hablaran entre ellas.

Esto parece recordar El día de la marmota, aquella película en la que Bill Murray queda atrapado en un día en el que vuelven invariablemente a pasar las mismas cosas que en el anterior, y parece que así será hasta el infinito.

¿Es necesario que Marcos Rojo se entere por el utilero de que ya no se cambiará más en el vestuario con el plantel titular, sin que nadie le hubiera transmitido la resolución tomada de separarlo del plantel (junto a otros dos jugadores)? ¿Podrá Boca, sean cuales fueren las decisiones que tome, dejar de una buena vez de vivir el día de la marmota?

Adiós al Consejo. Solo se quedaría Delgado, y no se sabe en qué funciones.

Russo borró a Rojo, Lema y Saracchi (Foto: Javier García Martino / Prensa Boca).